En el más reciente módulo de nuestro curso de TIC para Docentes estamos aprendiendo sobre los derechos de autor y dentro de esta temática, sobre los distintos tipos de licencias Creative Commons.
Nadie, ninguno de nosotros, trabajamos gratis y como poco, merecemos que se nos atribuya el trabajo que hemos hecho. En mi trayectoria como periodista me tocó, durante 13 años, hacer labores de redactor (que era lo mío, la verdad) y de fotógrafo también, arte en el que me considero un aficionado pero en el que a fuerza de hacer miles de fotos, también pude aprender algo.
La propiedad de mis imágenes era para el medio para el que las hice, pero recuerdo muy bien una de las pocas veces que me encontré una de esas imágenes en una «web informativa», copiada de forma descarada y por supuesto, sin que se citaran ni su autoría ni la fuente original.
No se trataba de dinero, en este caso particular, sino de dignidad profesional. Creo que jamás me he atribuido lo que no era mío. Ni me gusta que otros lo hagan sin citar su autoría.
Y una vez desahogado, aquí va la imagen que comparto para este ejercicio del curso 😉